1 de junio de 2009

El punto clave del riesgo


No quiero caer, es momento de tomar decisiones importantes porque la mayoría son a largo plazo. Será difícil recuperarse si me equivoco, aunque será intereante saber los resultados de cualquier manera. Hoy extraño mucho el otoño, porque me permite pensar, ser creativo, recordar. Se que para mí es muy malo recordar todavía, pero no importa, me agrada echar un vistazo al pasado y ver las cosas desde otra perspectiva. Es cierto que hay otras cosas en camino, pero varias no dependen de mí, en especial cierta frivolidad cursi que intuyo que también puede ser quimérica. En todo caso, no es de mi incumbencia hasta que no se me permita dar el primer paso. En fin... se supone que de momento las cosas están tranquilas, pero ese supuesto no es para confiarse. A menudo ocurrieron cosas emocionantes o bastante terribles cuando la situación estaba así. En tal caso, siempre encontraba cuaquier motivación para esribir. Sé que hace mucho abandoné la poesía, pero me he dado cuenta de que esa escritura sólo puede florecer, en mí, cuando he descubierto a alguien interesante, alguien que me inspira belleza, que quizás late a la luz de la lluvia ante mis ojos. El problema es... no he dado el primer paso en muchos años. ¿Qué podrá pasar? Si tan sólo un beso fuera suficiente para expresar todo lo que me hace sentir, pero esa monja quimérica del perpetuo bizcocho y tenis converse cree que no es suficiente... Para mí la mirada dice más de lo que debería, las manos expresan esa emotividad siempre silente, y las palabras... bueno... significan demasiado para mí

No hay comentarios:

Publicar un comentario