El alcohol es malo, pero peor es no saber moderarse ni medir los límites cuando uno está completamente ebrio, sale del bar en calzones y cruza el centro descalzo y sólo en paños menores... No contaré cómo ni qué sucedió, me da vergüenza... Hola, soy Quimera Falconiforme y soy alcohólica... Bienvenida al grupo AA... A veces tengo la impresión de que todo lo que consumo (cigarros, alcohol, ropa, libros, comida, discos, películas, etc. etc. etc.) es una necesidad tan grande de que me pongan atención...
Y cuando al fin lo logro, el alcohol hace de las suyas y me convierto en un despojo de lo que somos las quimeras, bueno, más que despojo, me transformo en la decadencia del mito. Ese día me abandoné al cansancio y al júbilo, decidí no ser yo e interpretar un papel tan bajo, tan cruel y vacuo... Y aún soy devota de San Go (loteo de abajo), conseguí lo que quería a un precio muy bajo, muy muy muy bajo... En definitiva, ya viene septiembre y hay que comprar estambre para empezar a tejer bufandas, como en los viejos tiempos, cuando la pulpanocha era sólo una cucaracha dentada... Esa apuesta aún persiste, y seguirá y seguirá, y ninguno de los dos, ni la Bitch ni yo, lograremos disfrutar de ese cartón helado de chelas... ¿Cuál fue la apuesta? Un imposible: conseguir una pareja estable (¿cuánto dura eso, me pregunto?)... por eso aún seguimos. No me cansa, me da miedo. He vivido en silencio muchos años, jamás he podido entregar abiertamente mi corazón. ¿Qué sucede?, ¿la puta Quimera ya se hartó de ser puta? No, no es sólo eso, hay demasiada soledad en este mundo, hay demasiado silencio. Puedo simular que vivo, que sonrío ante las cosas nimias, que me conmuevo ante la belleza del segundo, y sigue siendo una simulación. Mi etapa productiva de creación quedó abandonada hace años. Tenía proyectos, cierto, y decidí no continuar con ellos. ¿Vivir el instante, a corto plazo? Así ha sido desde hace mucho. También he aspirado a grandes cosas, pero ¿qué hay en medio?, ¿qué está entre un día y otro? Azar, destino... Se elige el destino, o el destino es un azar... Para callar mi monólogo perpetuo (una espléndida locura) he decidido escribir, no sé qué, pero escribir. La escritura ha sido desde siempre mi liberación. Aunque también se presenta una contraparte oscura, y no precisamente hablo de la retaguardia... No puedo vivir a partir de mi escritura, en ella no se resuelven mis problemas, es una evasión terrible de lo que me acontece, de lo que siento. Quisiera tener los (...) para decirle al ser frívolo que me desvela: "eres perfecto, pero sólo para mí, ¿quieres andar conmigo?". Y me cago en Dios porque no lo hago, siempre evado mis impulsos, mis emociones, mis sentimientos... Quizás también se trata del miedo, ese por el que no puedo arriesgar, por el que no me permite salir de lo que conozco... En 23 años he sido tantos rostros, y aunque no he llegado a ser mil máscaras, me da miedo cada faz que porto, porque en ellas he perdido mi identidad... ¿Cómo encontrar eso que nos construye?, ¿empezar de nuevo?, ¿continuar como si nada? Habla la lengua de las cebollas y dice que no hay lágrima que no pueda borrar una historia de amor. El dolor es una simple sinfonía, música para mis oídos, pero no debo acostumbrarme, no todos entienden esa estética... Necesito ayuda...
Y cuando al fin lo logro, el alcohol hace de las suyas y me convierto en un despojo de lo que somos las quimeras, bueno, más que despojo, me transformo en la decadencia del mito. Ese día me abandoné al cansancio y al júbilo, decidí no ser yo e interpretar un papel tan bajo, tan cruel y vacuo... Y aún soy devota de San Go (loteo de abajo), conseguí lo que quería a un precio muy bajo, muy muy muy bajo... En definitiva, ya viene septiembre y hay que comprar estambre para empezar a tejer bufandas, como en los viejos tiempos, cuando la pulpanocha era sólo una cucaracha dentada... Esa apuesta aún persiste, y seguirá y seguirá, y ninguno de los dos, ni la Bitch ni yo, lograremos disfrutar de ese cartón helado de chelas... ¿Cuál fue la apuesta? Un imposible: conseguir una pareja estable (¿cuánto dura eso, me pregunto?)... por eso aún seguimos. No me cansa, me da miedo. He vivido en silencio muchos años, jamás he podido entregar abiertamente mi corazón. ¿Qué sucede?, ¿la puta Quimera ya se hartó de ser puta? No, no es sólo eso, hay demasiada soledad en este mundo, hay demasiado silencio. Puedo simular que vivo, que sonrío ante las cosas nimias, que me conmuevo ante la belleza del segundo, y sigue siendo una simulación. Mi etapa productiva de creación quedó abandonada hace años. Tenía proyectos, cierto, y decidí no continuar con ellos. ¿Vivir el instante, a corto plazo? Así ha sido desde hace mucho. También he aspirado a grandes cosas, pero ¿qué hay en medio?, ¿qué está entre un día y otro? Azar, destino... Se elige el destino, o el destino es un azar... Para callar mi monólogo perpetuo (una espléndida locura) he decidido escribir, no sé qué, pero escribir. La escritura ha sido desde siempre mi liberación. Aunque también se presenta una contraparte oscura, y no precisamente hablo de la retaguardia... No puedo vivir a partir de mi escritura, en ella no se resuelven mis problemas, es una evasión terrible de lo que me acontece, de lo que siento. Quisiera tener los (...) para decirle al ser frívolo que me desvela: "eres perfecto, pero sólo para mí, ¿quieres andar conmigo?". Y me cago en Dios porque no lo hago, siempre evado mis impulsos, mis emociones, mis sentimientos... Quizás también se trata del miedo, ese por el que no puedo arriesgar, por el que no me permite salir de lo que conozco... En 23 años he sido tantos rostros, y aunque no he llegado a ser mil máscaras, me da miedo cada faz que porto, porque en ellas he perdido mi identidad... ¿Cómo encontrar eso que nos construye?, ¿empezar de nuevo?, ¿continuar como si nada? Habla la lengua de las cebollas y dice que no hay lágrima que no pueda borrar una historia de amor. El dolor es una simple sinfonía, música para mis oídos, pero no debo acostumbrarme, no todos entienden esa estética... Necesito ayuda...
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