Corría el año 2011. Ya llevaba algunos años de
trabajar en medios de comunicación y surgía en mí el interés por adentrarme en
el reportaje. Mi inquietud me llevó a considerar el análisis de la pedofilia
desde las redes sociales y creé un perfil con una identidad falsa para
adentrarme en el tema. En dos años descubrí algunas conductas frecuentes
ligadas a ciertas tipologías y prácticas sexuales. Sin embargo, lo que nunca
esperé encontrar fueron testimonios de hombres que viven con anorexia. Esta es
mi experiencia con esas voces.
13 de julio de 2018
7 de abril de 2018
“Ese (frágil) intento de vivir”
Con el tiempo he llegado a odiar
este círculo vicioso de recuperación-recaída porque en cada ocasión esto se
torna más grave, más complicado, más difícil de superar y uno solo cae en
círculos infinitos hasta que decide “cortar”. El espectro de Ana reposa en un
estado que oscila entre la vigilia y el sueño. Actúa, pero con cautela. Temo el
momento en el que esa voz despierte y me envuelva en una bruma de la cual ya no
podré salir.
14 de marzo de 2018
“En la boca de la noche”
A veces uno se lleva grandes muestras de que confiar
en la gente a menudo te conduce a grandes decepciones. Algunos dirán que se
confió en las personas equivocadas. Quizás, aunque me resulta imposible pensar
en una vida de desconfianza. Para los hijos de Ana, la confianza se gana con el
tiempo, no es algo fortuito e inmediato. Sin embargo, una vez ganada esa
confianza, se exponen secretos de una vida íntima que, al momento de traicionar
esa confianza, amenazan una existencia marcada por el secretismo.
8 de marzo de 2018
“En los umbrales del silencio”
Amo el silencio que hay entre las cinco y las seis de
la mañana. Es un espacio neutro que me permite escuchar esto que ocurre dentro
con más detenimiento. A menudo en la vida cotidiana la voz de Ana y su espectro
de muerte embotan los sentidos y estos se atrofian con el ruido del día a día.
Pero escuchar demasiado en el silencio puede llevarnos a embelesarnos con la
locura.
5 de marzo de 2018
“Suficiente o demasiado”
Decir que no se está bien debería ser tan fácil como
tramitar la licencia de manejo, pero la verdad es que la felicidad está
sobrevalorada y en este mundo de “individualidades” no hay mucho de dónde
escoger para confesarte. Uno termina por tragarse los sentimientos negativos y
dejar que crezcan en el terreno fértil que representa la anorexia.
19 de febrero de 2018
“Sentimientos carroñeros”
Cada cierto tiempo el monstruo en
el espejo logra romper sus amarras y aparece a medio reflejo. Sonríe. Sabe que
una crisis se aproxima y podrá mostrarse tal cual es ante los ojos del mundo.
El problema es que nadie está preparado para la crueldad de los monstruos
ajenos. Y aunque uno entienda su lenguaje, no somos capaces de traducir los
signos a los otros.
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