13 de julio de 2019

189. El diseño


Existe una combinación entre ciencia y creatividad que involucra el uso de materiales en una producción estética a la que hemos llamado “diseño”, y aunque este existe como una creación humana desde las primeras manifestaciones artísticas en las cavernas (pinturas rupestres), la noción del diseño como tal tuvo un respaldo teórico hasta el siglo XX.

         El diseño está presente en nuestra vida cotidiana más allá de lo que podamos imaginar, desde la casa en la que habitamos hasta la ropa que vestimos, los materiales de oficina, el recipiente de los alimentos (la naturaleza también es sabia en su diseño con patrones que se repiten), los vehículos en los que nos trasladamos...
         Curioso es que se hacía diseño mucho antes de saber qué era el diseño. Desde las pinturas rupestres la humanidad se valió de elementos a su alcance para crear una composición de color y formas que tuviera secuencia y armonía en su conjunto, pero también de manera individual.
         Se trataba del diseño como parte de una experiencia estética, pero en el mismo periodo encontramos la aplicación del diseño en objetos funcionales para simplificar las tareas de la vida cotidiana, como la elaboración de herramientas de trabajo para el tallado en piedra, la albañilería, la agricultura y posteriormente la confección de prendas, la rueda y sus múltiples aplicaciones con sus derivados (pensemos en el torno, el molino, las tuercas, entre otros ejemplos).
         Otra parte importante del diseño se ha manifestado en la arquitectura, un área del conocimiento donde se involucran las matemáticas, la física, la ingenierías, las teorías del color y la creatividad para una experiencia de goce estético.
         Pensemos en los estilos arquitectónicos que caracterizaron a cada cultura en la antigüedad y cómo fueron evolucionando al pasar de los siglos (con una maravilla de la arquitectura y la ingeniería a la que hemos denominado “catedrales”) hasta llegar a estructuras cada vez más complejas, con la aplicación de materiales cada vez más variados, en la arquitectura contemporánea.
         En la tradición judeocristiana se ha llamado “Dios” o “Yahavé” al gran ingeniero que diseñó el universo, incluyendo a la humanidad (cuyo cuerpo también es un ejemplo de diseño funcional), pues en la naturaleza hemos descubierto a través de las matemáticas y la física patrones que se repiten entre las diferentes especies, incluso en algunos casos con patrones infinitos.
         Cada individuo es su propio ingeniero que diseña su vida conforme a propósitos (o carencia de), motivaciones, aspiraciones, decisiones (y omisiones). Mi vida ha sido diseñada para detestarla hasta su término. La falla en el diseño es que falta voluntad como la pieza clave para dar término a esa vida.

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