3 de noviembre de 2019

256. La balanza


Normalmente vinculada con la justicia, la balanza es también un símbolo del llamado “Juicio Final” del que hablan las sagradas escrituras de la tradición judeocristiana, símbolo retomado en el Tarot y en el Zodiaco bajo el signo de Libra, así como en diversas culturas cuyo dios o entidad suprema evalúa el peso de las acciones de una persona en el “más allá”.

         En cualquier caso, la balanza parece sugerir que el mundo y sus acontecimientos se dividen en un binarismo un tanto maniqueo, entre las acciones de bondad y de maldad, aunque quedan fuera otros grados de verdad y un espectro de indefinición que requiere ser interpretado bajo circunstancias específicas.
         Es lo que llamo “el peso de las decisiones”, sin embargo, también deberíamos evaluar el peso de las omisiones, las cuales por extensión también son decisiones y entraríamos además en un dilema de carácter ético al hablar de acciones justas y/o correctas, espectro que incluye sus opuestos complementarios y que nos hacen pensar que no siempre lo correcto es lo más justo.
         En este punto me pregunto con qué criterios se pondría nuestra vida en la balanza del “Juicio Final” y en el plano espiritual, cómo se mide el peso de las acciones. Preguntas similares que surgen cuando pienso en otras culturas, como la egipcia y el juicio de Anubis para entrar al inframundo (recuérdense varias representaciones de este dios portando una balanza e incluso en los murales de los diferentes vestigios encontrados la balanza es un símbolo recurrente).
         Ahora bien, una balanza puede ser modificada para hacer trampa (la usura sabe mucho de ello) y así engañar a los interesados en conocer el resultado. En el comercio es frecuente recurrir a estas prácticas y aunque la tecnología ha avanzado, hay viejas mañas que difícilmente serán erradicadas cuando hay un interés económico a raíz del peso de las cosas.
         Si en este momento sucediera lo que ha de suceder, me pregunto qué criterios serían tomados en cuenta para evaluar mi vida y cuál sería el resultado. Muchas de mis acciones son resultado de otras acciones hacia mi persona. Han sido una respuesta que ha atendido a determinadas circunstancias.
         ¿Habré sido buena persona?, ¿mala acaso?, ¿una persona justa?, ¿mis acciones habrán sido correctas? Al final quizá no importe la respuesta a esas preguntas y tal vez (solo tal vez) los criterios a evaluar sean muy diferentes. ¿La existencia se medirá a partir de las acciones?

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