Cierto es que hay diferentes
grados de verdad (aunque me molesta un tanto cuando alguien enfatiza al afirmar
“muy cierto”) y el hecho de que la literatura en esencia sea una ficción, eso
no descarta sus grados de verdad. La vida misma puede llegar a ser ficción
(pienso en la proyección de cada vida a través de las redes sociales).
Entre
ser y parecer hay un espejo de por medio. Y el filtro detrás es la ficción que
nos negamos a vivir.
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