3 de noviembre de 2019

257. La elipse


Tuvieron que pasar miles de años (y desde entonces han transcurrido casi dos mil años) para que una mujer descubriera que los planetas no se mueven en círculos, sino en elipses: Hypatia de Alejandría.

         La historia de Hypatia está envuelta en una guerra entre religiones que buscaban imponerse a lo largo y ancho del Mediterráneo, en un periodo en el que la mujer poco o nada figuraba (mucho menos en la ciencia) debido a la tradición del patriarcado, que se afianzó en los tiempos después de Cristo y hasta nuestros días.
         Me llama la atención que su muerte haya sido justificada como un atrevimiento a incursionar en la ciencia siendo mujer, con el agregado de ser pagana para una tradición judeocristiana que cobraba cada vez mayor fuerza para aquella época.
         Resalto estos elementos porque, para la tradición judeocristiana (incluso el Islam y otras doctrinas y culturas), el círculo era la representación de la perfección de Dios, un dios único y omnipotente, omnipresente y todopoderoso, y durante milenios se tuvo la creencia de que el movimiento de los astros y la configuración de la Tierra eran redondos, como un símbolo de esa perfección de Dios.
         Afirmar (sin las pruebas científicas que hoy tenemos con el uso de las tecnologías) que la tierra no era redonda y que los astros no se movían en círculos, sino en elipses, para ese tiempo pudo haberse tratado de una “herejía”, un atentado contra la verdad dogmática de la perfección de Dios, un dios del patriarcado que mucho menos aceptaría la verdad que saliera de los labios de una mujer.
         Pero gracias a Hypatia y a su trabajo científico, hoy sabemos que la elipse también es un movimiento que se repite en diversos patrones en el Universo y que responden a determinadas circunstancias, incluyendo la fuerza gravitatoria y la atracción de los astros por sus campos magnéticos (entre otros elementos que no logro entender por completo, disculparán que no sea mujer de ciencia).
         Tal vez nuestro espíritu es también energía que viaja por el Universo en elipses y de cuando en cuando (imposible determinar un lapso cuando el tiempo no es medida en un plano espiritual) vuelve al mismo punto del que partió. Algunos le llaman “transmigración de las almas”. Yo creo que es más un viaje astral.

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